EL PROGRESO – España lanzará una leche creada por el consumidor y mejor pagada al ganadero (article en espagnol)

22/02/2019 

« Una revolucionaria iniciativa de comercio justo que estrenó Francia en 2016 llega aquí con el reto de cambiar las reglas de juego en el mercado.

 

Un emprendedor francés fue pionero en conseguir lanzar al mercado en el país vecino una cesta de alimentos compuesta por productos como un brick de leche, una docena de huevos o una botella de aceite con unas características elegidas por los propios consumidores a través de internet y a unos precios que permiten mejorar la remuneración a los productores en el campo.

 

Pues ahora, esa iniciativa inédita en el mundo tendrá, más de dos años después, su réplica en España de la mano de una francesa que lleva un cuarto de siglo afincada en Madrid y que se vio seducida por una idea basada en el comercio justo que en Francia ha triunfado.

 

La ‘alma mater’ del proyecto se llama Annaïck Locqueneux García, quien, animada por los tres socios de la iniciativa lanzada en territorio galo y movida por esa filosofía de dar al consumidor el poder de decidir cómo quiere que sean los alimentos que come y qué precio está dispuesto a pagar por ellos se aventuró a lanzar en España lo que define como un movimiento colectivo llamado a cambiar las reglas de juego del mercado.

 

Ese es el objetivo último del la iniciativa ‘¿Quién es el jefe?’, bautizada así por ser la traducción de la corriente creada en Francia. Su artífice en España comenzó hace unos meses a trabajar en su desarrollo con el lanzamiento, como primer paso, de una página web —lamarcadelosconsumidores.es— a través de la cual cualquier usuario puede elegir tres productos que quiere crear entre una lista de nueve: leche, huevos, aceite de oliva, harina, arroz, pasta, mejillones, chocolate y zumo de naranja.

 

En las cientos de votaciones registradas estos meses la leche se ha llevado la palma, por lo que será la primera referencia en saltar al mercado para hacerse hueco entre las que hoy envasan las industrias con las características que ellas mismas deciden y que la distribución vende a un precio sobre el que los consumidores no tienen voz ni voto.

 

Entre este mes y el que viene estará listo el cuestionario en el que los participantes en la iniciativa podrán seleccionar los criterios de producción y fabricación que quieren ver concentrados en un cartón de leche. Por ejemplo, que proceda de granjas españolas, que las vacas pasten en el campo, que esté garantizado el bienestar animal, que el envase sea de una determinada manera y, algo fundamental, si están dispuestos a pagar un poco más y cuánto por ese producto para que el ganadero reciba una remuneración « justa » que le permita vivir de su trabajo.

 

De hecho, cuando el usuario marque una característica podrá ver al momento el impacto económico que tendrá en el importe de venta final y los motivos. En Francia, el brick creado está en los lineales de cualquier supermercado a 1,08 euros —la leche entera— y las granjas que la suministran tienen asegurados 39 céntimos por litro. Las ventas han batido todas las previsiones y ya superan los 70 millones de litros anuales.

 

Entre este mes y el que viene estará listo el cuestionario en el que los participantes podrán elegir los criterios de producción y fabricación que quieren ver concentrados en un cartón de leche.

 

En el país vecino hubo una industria que creyó en el proyecto y envasa la materia prima con los criterios elegidos por votación y una distribuidora, Carrefour, que fue la primera en comercializar el producto. Esta cadena ya ha abierto la puerta a vender también la leche creada en España y, en cuanto al envasado, alguna empresa ha mostrado su disposición a colaborar, aunque su impulsora avisa de que se trata de una cuestión de valores y no de volúmenes. ¿Y para cuándo el brick con sello del consumidor? Quizás de cara al verano.

Annaïck Locqueneux, Coordinadora en España del proyecto ‘¿Quién es el jefe?’: « El fin es equilibrar fuerzas entre productor, distribuidor y usuario »
El mérito de importar a España una iniciativa revolucionaria en Francia como fue ‘C’est qui le patron?’ hay que atribuírselo a Annaïck Locqueneux García, una mujer que se considera « más española que francesa » tras 25 años asentada en el país en el que nacieron su marido y sus hijos.

 

Annaïck Locqueneux, coordinadora de Quién es el patrón en España. EPEl hecho de que en su trayectoria profesional figure el nombre de oenegés como Save the Children o Ayuda en Acción demuestra que eso de ayudar al prójimo va en su ADN y, sin querer anotarse tantos, lo hace también de algún modo con el lanzamiento en España de un movimiento llamado a dar más poder al consumidor y, al tiempo, a contribuir a mejorar la renta de los productores.

 

Al principio, cuando contó sus planes, hubo quien pensó que estaba un poco loca, aunque pudo constatar entre su entorno que a las personas « les encanta la idea de poder tener una incidencia real sobre lo que van a consumir ». Eso tiene un precio y ve « justo » que se repercuta al agricultor o ganadero. « ¿Quién nos alimenta? », pregunta Annaïck de forma retórica. Y con esa visión se embarcó en un proyecto que tiene como fin lograr « un reequilibro de fuerzas entre productor, distribuidor y consumidor más equitativo ».

 

Volcada con la iniciativa, visitó recientemente varias explotaciones lácteas en Galicia para conocer su forma de trabajar y sus principales demandas. Se quedó con una frase que escuchó en una granja: « dentro de poco la leche en origen va a costar menos que el agua ». Annaïck preguntó a los ganaderos cuánto más necesitaban cobrar para « vivir dignamente » y dice que no le hablaron de « fortunas », sino de «cuatro o cinco céntimos más» por litro. Si cada español consume de media 70 litros al año, asumir esa subida en origen en el precio final le supondría « 3,5 euros más » en el conjunto de los doce meses.

 

Su « aventura » ya ha tenido eco en otros países interesados en reproducir el proyecto. « Me han llamado de Marruecos », cuenta. También en Bélgica y en Italia tratan de desarrollar una iniciativa que en Francia ya ha ido mucho más allá de la leche, pues los consumidores han creado más de una veintena de productos: mantequilla, quesos, huevos, pollo, miel, mermelada, harina, vino, fresas, ensalada y hasta pizza o chocolate. Annaïck desconoce lo lejos que llegará el movimiento en España, pero ilusión no le falta.

MÓNICA NIETO

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